András Pándy
nació en Chop (Ucrania) el 1 de junio de 1927. Estudió teología y después se
convirtió en pastor protestante. Pándy conoció a su primera esposa, Ilona
Sorés, en 1957. Tras la etapa comunista, huyeron de Hungría a Bélgica. Un año
después, nació su hija Ágnes; sus hijos Dániel y Zoltán nacieron en 1961 y
1966, respectivamente.
Un año después
la pareja se divorció cuando Pándy acusó a Ilona de infidelidad. Ella se fue de
la casa con sus hijos, pero dejó allí a su hija Ágnes, quien pronto comenzó a
sostener una relación incestuosa con su padre. De esa unión nacería un niño.
Ágnes Pandy
A principios de
los años setenta, Pándy cortejó a otras mujeres a través de los periódicos,
dándoles a menudo un nombre falso y mintiendo sobre su ocupación. Usaba la
llamativa frase “Luna de Miel Europea" en sus anuncios.
A finales de la
década, visitó Hungría de nuevo; allí conoció a quien sería su segunda esposa,
Edith Fintor, una mujer casada con tres niños: Tünde, Tímea y Andrea. Pándy
sedujo a la mujer que, según su ex marido, se escapó con Pándy a Bélgica, donde
se casaron.
En 1984, Pándy
empezó otra relación incestuosa con su hijastra Tímea. Ágnes, en un ataque de
celos, intentó matar a Tímea, pero el miedo la venció y no pudo continuar.
Tímea huyó de la casa y pronto emigró a Canadá junto con Mark, el hijo que había
concebido con András.
El triángulo
amoroso hija-padre-hija: Ágnes, András y Tímea
Las
desapariciones comenzaron en 1986: primero fue su esposa Edith. Su hijastra
Andrea, de trece años de edad, señaló a Pándy como sospechoso, pero no le
hicieron caso; este afirmó que Edith se había fugado con un nuevo amante a
Alemania. En 1988, su ex esposa Ilona y sus hijos desaparecieron. Pándy dijo
primero que se habían ido a Francia, luego que estaban en América del Sur.
Finalmente en 1990, después de enviar a Ágnes de vacaciones con el hijo
producto del incesto, Tünde desapareció: Pándy afirmó después que lo había
corrido de la casa debido a su mal comportamiento.
Ágnes trabajaba
como bibliotecaria y era querida y respetada por los miembros de la comunidad.
Su vida era aparentemente tranquila. Su padre efectuaba sus servicios
religiosos y su feligresía lo estimaba y quería como a un hombre bueno, que los
escuchaba y les daba consejos y guía espiritual para mejorar sus existencias.
Sin saber lo que
realmente ocurría, sus feligreses habían bautizado al pastor como “Padre Barba
Azul”, debido a la negrísima barba que utilizaba en esa época. Cuando la verdad
se supo, el sobrenombre tomó un nuevo y macabro significado.
Ágnes en sus
días de bibliotecaria
Ágnes explotó en
noviembre de 1997: después de denunciar a su padre en 1992 por el abuso sexual,
volvió a acudir a la policía, confesando los asesinatos de sus desaparecidos
parientes. Según declaró, ella sabía sobra la muerte de todos, aunque
personalmente solo era responsable por el asesinato de su madre Ilona, y había
colaborado en el asesinato de Dániel, Zoltán y Andrea. Ágnes se negó a decir
nada sobre la desaparición de Tünde.
El modus
operandi fue, en dos casos, la utilización de un objeto contundente, con el que
ella y su padre destrozaron el cráneo de sus víctimas. A otros dos los mataron
de un tiro en la cabeza. Los cadáveres fueron desmembrados después. Algunas
partes del cuerpo las disolvieron en un tambo con ácido que había en el sótano.
El ácido
utilizado por András Pándy
Otras partes las
llevaron a un matadero local para que las picaran como carne de cerdo. Más
restos fueron abandonados en bolsas en el basurero de Anderlecht, un barrio de
Bruselas, cercano a los rastros.
La confesión de
Ágnes
Pándy fue
detenido en octubre de 1997 acusado de asesinar a sus dos esposas (Ilona Sores
y Edith Fintor), a dos de sus hijos naturales (Dániel y Zoltán) y a dos de sus
hijas adoptivas (Tünde y Andrea), así como de violación contra sus hijas.
El arresto
Tras ser
arrestado y acusado, el juicio contra András Pándy, de 75 años, y su hija
Ágnes, de 44, comenzó en el Tribunal de Bruselas, ante una gran expectación
entre los medios de comunicación belgas. El pastor llevada cuarenta y cinco
años viviendo y trabajando en Bélgica.
Pándy permaneció
inmutable durante el testimonio de su hija. Sobre su relación incestuosa, Ágnes
declaró: “Me dijo que me iba a iniciar, que no debía decírselo a nadie y que
sería nuestro pequeño secreto”.
El testimonio de
Ágnes
Ágnes, a quien
las lágrimas le impidieron en varias ocasiones seguir el relato de los hechos,
confirmó que, tal y como había dicho a la policía, asesinó junto con su padre a
cinco miembros de su familia. La hija del pastor protestante, fruto del primer
matrimonio de Pandy con Ilona Soares, explicó que asesinó, instigada por su
padre, a su madre y a su hermano Daniel de un tiro en la cabeza.
Pándy durante el
juicio
Según Agnes, fue
él quien mató a su hijo Zoltan, a su segunda mujer (Edith Fintor) y a su hija
adoptiva Andrea, aunque ella estuvo en todo momento al corriente de las
intenciones de su padre e insistió en que cada uno de estos asesinatos fue
premeditado.
La policía
localizó restos de varios cadáveres tras indagar en las casas que poseía el
pastor. Eso terminó de hundirlo. Pándy fue sentenciado de por la vida en
prisión. A su hija Ágnes le dieron veinte años.
Asombrosamente, cuando cumplió ochenta años, las
autoridades de la prisión decidieron enviarlo a un asilo para
ancianos jubilados, donde pasa sus días en completa tranquilidad. Allí ha
vuelto a predicar.
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