lunes, 3 de junio de 2013

András Pandy: "El Sacerdote Asesino"

András Pándy nació en Chop (Ucrania) el 1 de junio de 1927. Estudió teología y después se convirtió en pastor protestante. Pándy conoció a su primera esposa, Ilona Sorés, en 1957. Tras la etapa comunista, huyeron de Hungría a Bélgica. Un año después, nació su hija Ágnes; sus hijos Dániel y Zoltán nacieron en 1961 y 1966, respectivamente.

 

Un año después la pareja se divorció cuando Pándy acusó a Ilona de infidelidad. Ella se fue de la casa con sus hijos, pero dejó allí a su hija Ágnes, quien pronto comenzó a sostener una relación incestuosa con su padre. De esa unión nacería un niño.



Ágnes Pandy
 

A principios de los años setenta, Pándy cortejó a otras mujeres a través de los periódicos, dándoles a menudo un nombre falso y mintiendo sobre su ocupación. Usaba la llamativa frase “Luna de Miel Europea" en sus anuncios.


A finales de la década, visitó Hungría de nuevo; allí conoció a quien sería su segunda esposa, Edith Fintor, una mujer casada con tres niños: Tünde, Tímea y Andrea. Pándy sedujo a la mujer que, según su ex marido, se escapó con Pándy a Bélgica, donde se casaron.

 

En 1984, Pándy empezó otra relación incestuosa con su hijastra Tímea. Ágnes, en un ataque de celos, intentó matar a Tímea, pero el miedo la venció y no pudo continuar. Tímea huyó de la casa y pronto emigró a Canadá junto con Mark, el hijo que había concebido con András.



El triángulo amoroso hija-padre-hija: Ágnes, András y Tímea
 

Las desapariciones comenzaron en 1986: primero fue su esposa Edith. Su hijastra Andrea, de trece años de edad, señaló a Pándy como sospechoso, pero no le hicieron caso; este afirmó que Edith se había fugado con un nuevo amante a Alemania. En 1988, su ex esposa Ilona y sus hijos desaparecieron. Pándy dijo primero que se habían ido a Francia, luego que estaban en América del Sur. Finalmente en 1990, después de enviar a Ágnes de vacaciones con el hijo producto del incesto, Tünde desapareció: Pándy afirmó después que lo había corrido de la casa debido a su mal comportamiento.

 

Ágnes trabajaba como bibliotecaria y era querida y respetada por los miembros de la comunidad. Su vida era aparentemente tranquila. Su padre efectuaba sus servicios religiosos y su feligresía lo estimaba y quería como a un hombre bueno, que los escuchaba y les daba consejos y guía espiritual para mejorar sus existencias.



Sin saber lo que realmente ocurría, sus feligreses habían bautizado al pastor como “Padre Barba Azul”, debido a la negrísima barba que utilizaba en esa época. Cuando la verdad se supo, el sobrenombre tomó un nuevo y macabro significado.



Ágnes en sus días de bibliotecaria
 

Ágnes explotó en noviembre de 1997: después de denunciar a su padre en 1992 por el abuso sexual, volvió a acudir a la policía, confesando los asesinatos de sus desaparecidos parientes. Según declaró, ella sabía sobra la muerte de todos, aunque personalmente solo era responsable por el asesinato de su madre Ilona, y había colaborado en el asesinato de Dániel, Zoltán y Andrea. Ágnes se negó a decir nada sobre la desaparición de Tünde.



El modus operandi fue, en dos casos, la utilización de un objeto contundente, con el que ella y su padre destrozaron el cráneo de sus víctimas. A otros dos los mataron de un tiro en la cabeza. Los cadáveres fueron desmembrados después. Algunas partes del cuerpo las disolvieron en un tambo con ácido que había en el sótano.



El ácido utilizado por András Pándy

 

Otras partes las llevaron a un matadero local para que las picaran como carne de cerdo. Más restos fueron abandonados en bolsas en el basurero de Anderlecht, un barrio de Bruselas, cercano a los rastros.



La confesión de Ágnes

 
Pándy fue detenido en octubre de 1997 acusado de asesinar a sus dos esposas (Ilona Sores y Edith Fintor), a dos de sus hijos naturales (Dániel y Zoltán) y a dos de sus hijas adoptivas (Tünde y Andrea), así como de violación contra sus hijas.



El arresto

 

Tras ser arrestado y acusado, el juicio contra András Pándy, de 75 años, y su hija Ágnes, de 44, comenzó en el Tribunal de Bruselas, ante una gran expectación entre los medios de comunicación belgas. El pastor llevada cuarenta y cinco años viviendo y trabajando en Bélgica.



Pándy permaneció inmutable durante el testimonio de su hija. Sobre su relación incestuosa, Ágnes declaró: “Me dijo que me iba a iniciar, que no debía decírselo a nadie y que sería nuestro pequeño secreto”.


El testimonio de Ágnes
 

Ágnes, a quien las lágrimas le impidieron en varias ocasiones seguir el relato de los hechos, confirmó que, tal y como había dicho a la policía, asesinó junto con su padre a cinco miembros de su familia. La hija del pastor protestante, fruto del primer matrimonio de Pandy con Ilona Soares, explicó que asesinó, instigada por su padre, a su madre y a su hermano Daniel de un tiro en la cabeza.



Pándy durante el juicio

 

Según Agnes, fue él quien mató a su hijo Zoltan, a su segunda mujer (Edith Fintor) y a su hija adoptiva Andrea, aunque ella estuvo en todo momento al corriente de las intenciones de su padre e insistió en que cada uno de estos asesinatos fue premeditado.


La policía localizó restos de varios cadáveres tras indagar en las casas que poseía el pastor. Eso terminó de hundirlo. Pándy fue sentenciado de por la vida en prisión. A su hija Ágnes le dieron veinte años.


Asombrosamente, cuando cumplió ochenta años, las autoridades de la prisión decidieron enviarlo a un asilo para ancianos jubilados, donde pasa sus días en completa tranquilidad. Allí ha vuelto a predicar.

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